30 de marzo de 2012

I'm going to return next week

En los tiempos que corren no importa que tengas varias carreras, masteres y cursos, si no hablas ingles es como si no fueses nada. Es una putada para aquellos de nosotros que nos metimos en ciencias porque las letras se nos hacia cuesta arriba y hablamos nuestra lengua madre porque no queda más remedio para comunicarnos con la gente que nos rodea, pero es lo que hay.

Por tanto, esta Semana Santa no me queda más remedio que irse a mejorar el inglés fuera de casa, así que dejare el blog desatendido. Intentare colgar alguna entrada (no sé en qué condiciones me alojare así que no garantizo nada), pero en estas dos semanas no habrá White Dwarfs del recuerdo.

Así que, a todos los que os vais de "vacas" estos días, que lo paséis bien. Para los que no, deciros que no pasa nada, porque va a llover como es tradicional...

28 de marzo de 2012

Lucha en angostos pasillos...

Como ya sabéis, hace poco Forgeworld ha sacado un suplemento, Zone Mortalis, que trata de la lucha en lugares más angostos tales como naves, complejos subterráneos, ciudades colmenas, etc. Para alguien como yo que se metió en este mundillo por el Cruzada Estelar, jugar expansiones así me traen buenos recuerdos y estimulan mi imaginación.

Cuando salió el Zone Mostalis reabrí un viejo proyecto que tenía guardado, un tablero modular. Este tablero estaba casi acabado cuando lo acabé, de hecho pudimos jugar algunas partidas con una reglas sobre luchas en complejos que conseguí y con las reglas de grupos de combate del reglamento 4ª edición. Lo único que le faltaba era mobiliario y puertas.

Cada módulo está construido de forma económica y muy fácil. La base es cartulina de las cajas de cereales, y los laterales los he hecho con cartulina y trozos de poliexpan pintados de negro e iluminados con gris. Y por último, llevan un papel con una textura metálica impresa para el suelo. Facil, sencillo y para toda la familia.

El proyecto está formado por:

- 2 zonas de despliegue:

- 16 pasillos cortos de 7,5 x 15 cm:

- 2 pasillos cortos de 7,5 x 30 cm:

- 6 intersecciones de 7,5 x 7,5 cm:

- 2 salas grandes de 15 x 30 cm:

- 10 salas pequeñas de 15 x 15 cm:

Tengo la intención de retomar el proyecto en los pocos ratos libres que tengo. Lo primero es pegar varias capas más de cartulina a la base, porque con el tiempo se han combado todos los módulos. Luego sería hacerle el mobiliario y puertas que faltan y poner algún adorno a los módulos. Y por ultimo meter algún módulo más.

Todavía no he probado el Zone Mortalis, pero me gustaría.

20 de marzo de 2012

White Dwarf 20. Navidad de 1996


GW nos saca una revista más gorda de lo normal por ser un especial de navidad. Y como tiene más páginas hay que pagarlas, de 695 pts. (4,18€) a 750 pts. (4,51€). Este mes salía el libro de ejércitos de Bretonia.


En la 2ª Edición de 40k, venia un librito con tres misiones para aprender a jugar utilizando las minis de los Marines y los Orkos que te venían en la caja. La revista la abre Johnson con una 4ª misión. Nigel Stillman escribe sobre los caballeros bretonianos (tipos, torneos, heráldica...). Una sección más de preguntas y respuestas. Andy Chambers nos da consejos sobre cómo utilizar los Tiránidos y luego escribe otro artículo sobre como reclutar una banda de Necromunda. Una genial entrevista a John Blanche. Mas técnicas maestras de Mike McVey. Adrian Wood nos habla de los Orkos del 40k. Gordon Davidson nos enseña a hacer escenografía urbana. En vez de informe de batalla tenemos una campaña completa formada por tres escenarios en los que participan Ian Pickstock y Jake Thornton. La campaña va de una expedición de Elfos Oscuros que decide hacer una serie de incursiones costeras sobre un poblado Goblin. Expediente J, un artículo de reflexiones de Jervis Johnson, el antecedente de lo que ahora es El Heraldo Johnson. Rick Priestley nos habla de los clubes de jugadores. Y para acabar Dean Bass nos trae más misiones para Space Hulk (lamento deciros que los tubos de ventilación y la habitación que venían en las páginas centrales no las encuentro, así q no las he podido escanear). Si todo esto trae la revista, que me ha costado escanearla... disfrutad de ella.

17 de marzo de 2012

Warhammer en femenino

Hace unos pocos meses conocí a una persona maravillosa. Muy parecida a mí: le gusta los videojuegos, le gustan los juegos de rol, le gusta pintar, tiene minis de Warhammer... ¡¡¡pero es mujer!!! Vale, sarcasmo aparte. Siempre me ha llamado la atención que haya pocas féminas en este mundillo friki, pero siempre he pensado que es cuestión de gustos.
En una de las muchas conversaciones que he tenido con esta persona, me explicó como era el mundillo de warhammer desde el punto de vista de una mujer. Hay pocas mujeres en esto no solo porque a muchas no les atrae (algunos de los que tienen o han tenido pareja habrán oído eso de: "andas ahí, pintando muñequitos"), pero también porque hay algun que otro tío baboso que ven una chica y la tratan como un ser en la que su inferior mente no entiende de eso... (también están esos pobres que cuando ven una mujer se arrugan como Koothrappali en la serie The Big Bang Theory, pero esos son tema aparte).
Lo curioso es que a las semana de esta conversación, en el Escondrijo del Goblin, uno de los blog que me gusta seguir, leí esta entrada llamada "No soy un bicho raro, solo tengo curvas", un resumen acertado de lo que me decía mi amiga.
Nunca he ido a torneos de Warhammer, pero en las muchas sesiones de rol que he organizado en mi vida he tenido a algunas chicas jugando y se integran, luchan, matan bichos, cavilan, se meten en su personaje, toman decisiones, saquean, compran objetos, etc. tan bien como cualquier jugador masculino. Y como dice el Goblinoide, las chicas tienen tantas manos como un chico y por tanto pueden pintar minis, tirar dados o hacer cualquier cosa que un chico haría (o trabajar el cuero, como mi amiga, que hace cosas bastante guapas, podéis verlas en El Zurrón del Trasgo).
En definitiva, no entiendo esa mentalidad de algunos seres que pululan por ahí y me parece muy triste que un chica se sienta incomoda en un torneo (en teoría, un evento en el que vas para pasártelo bien), hasta el punto que tenga que salir a tomar el aire, simplemente por el hecho de tener un órgano reproductor distinto (y también iba a decir pechos... pero se de algunos jugadores que también los tienen...xdd).
(una mini pintada por esta chica)
Además, esta persona se merecía una entrada... que me ha regalado esta pedazo de cartera por reyes, que soy la envidia de algunos. ;-)

13 de marzo de 2012

¿En qué piensa Chambers?

Mirando la White Dwarf ultima que he subido (la 19) me ha llamado la atención una imagen muy curiosa.

Está sacada del informe de batalla y aparece Chambers con cara extraña mirando un codex de Caos. Todos hemos pasado por eso de parar la partida para buscar en el codex de nuestro ejército los que hace una unidad concreta o ver si podemos utilizar unas reglas especiales concretas, mientras el contrincante te mira. Pero lo que me llama la atención es que lo haga el creador del codex.

¿Y que se le estará pasando por la cabeza? A mí en estas situaciones, pienso: "vaya mierda de reglas que le han puesto a esta unidad" o "puf, en estar circunstancias no queda clara si se aplican o no, podrían haberlas concretado". ¿Pero él? ¿Se echará la bronca sí mismo? si duda en una regla ¿a quién le pregunta? Como eres el creador ¿no tendrás la tentación de aprovechar las reglas poco claras para usarlas a tu favor?

En fin, debo tener demasiado tiempo libre para que se pasen por la cabeza estas reflexiones.

10 de marzo de 2012

White Dwarf 19 y la 5ª edición de WFB

Noviembre del 96. Primera WD española mensual. Sale la 5ª edición de Warhammer Fantasy Battle y se nota por la enorme imagen de la portada. Esta edición trajo dos razas más: hombres lagarto y Bretonia (esta última, no era nueva, solo sufrió un cambio de imagen). Y para promocionarla venia una matriz con dos arqueros bretonianos y dos arqueros eslizones.
Rick Priestley escribe un artículo de la "nueva" edición de Fantasy, al final con un resumen de los cambio con respecto a la edición anterior. Una sección de Preguntas y Respuestas. Andy Chambers nos presenta al personaje MEC Fabius Bilis (otro de esos artículo que me han marcado, por eso tengo una mini de Bilis). Nigel Stillman nos trae al Enano Blanco con sus reglas y su sección Sillmania, esta vez dedicada a como plantearse un ejército. Mike McVey nos trae el primer artículo de Técnicas Maestras. Gav Thorpe nos habla de las bandas de renegados Pieles Rata de Necromunda. Dean Brass saca nuevas misiones para Space Hulk y una nueva plantilla que la he puesto al final de la revista (esta sección es más pequeña porque no la he escaneado yo, me la encontré por internet). Y el informe de batalla, los marines del caos de Chambers tienen que enfrentarse a los Orkos de Johnson. Recuerdo este informe porque por un lado vi cómo funcionaban los MEC y me atrajo mucho hasta el caos, pero por otro está demasiado resumido para lo que solían ser los informes, que por aquel entonces era mi parte favorita de la revista.

7 de marzo de 2012

Mi ejército del Caos (4ª parte)

Pero después de que ultimo bretoniano hubiese caído, Émile seguía repartiendo muerte entre los bárbaros y guerreros hasta que uno de los hechiceros de cubierto de moscas y subido a un palanquín gritó en una lengua extraña y todos los barbaron hicieron un círculo a su alrededor. De entre la masa apareció un gigantesco e hinchado guerrero portando un hacha oxidada y una mohosa armadura que rezumaba apestoso líquidos. El gigante cargó contra Émile, y este luchó tan bien como pudo esquivando los potentes golpes, mientras lo propinaba mazazos que el gigante no parecía notar. El guerrero era como los malvados señores del norte que sus antepasados mataban en las historias familiares que le contaba su padre cuando era niño. Renovado hizo como que perdía el equilibrio y cuando el guerrero fue a darle el golpe de gracia, Émile le esquivó y le hundió la maza en el cráneo. Los bárbaros se arrodillaron y el hechicero bajó de su palanquín para llevárselo a su campamento. El tiempo que duró el saqueo y las celebraciones fue tratado como a un barón bretoniano y no le faltó de nada. Émile partió con los bárbaros de regreso a la costa norte de Norca. Durante el viaje su mente bullía: esos salvajes que tanto temía le trataban como sus compatriotas nunca lo hubiesen hecho. ¿Qué significaba esto? ¿La Dama le estaba poniendo a prueba? ¿O tal vez sus antepasados estaban equivocados? Dentro de cada una de las preguntas aparecían cientos más, así que cuando llegaron al norte, Emile decidió proseguir su viaje a los desiertos del Caos, para vivir como un caballero andante, la respuesta bretoniana a situaciones como la suya.

Viajó y viajó, y se encontró con todo tipo de seres. Luchó contra engendros, retó a duelo a paladines del caos, cargó contra partidas de bárbaros. Y todos ellos encontraron su muerte bajo su maza. Émile luchaba recordando las hazañas de los héroes que había oído cuando era niño. En los desiertos el agua era escasa y la poca que había eran pantanos cenagosos, aun así era agua y Émile siempre paraba para rezarle a la Dama en busca de su ayuda. Poco a poco dejó de necesitar comer y beber y luego el descansar, al igual que su viejo rocín que día a día estaba más flaco.

Pero un día, cerca de un monolito a Nurgle, se topó con un bárbaro seguidor de ese dios con le empezó a adorar. De repente, en los restos de una armadura de un paladín de Slannesh vio su reflejo y en lo que se había convertido. Habló con el bárbaro y tuvieron una larga conversación, entonces Émile descubrió que quien atendía sus suplicas no era la Dama sino Nurgle. Se dio cuenta que sus padre nunca le aceptaría y ahora que era parte de los poderes ruinosos, menos aun. Llegó a la conclusión de que el Caos no era malo, que solo su gente, ese país de paletos estúpidos, tenía miedo y ridiculizaba este gran poder que ahora albergaba.

Ya tenía su recompensa, se consideraba a sí mismo un caballero del Grial, porque sabía que tenía el poder de su dios. Hizo el camino de regreso a Norsca, recogiendo a aquellos guerreros del Padre Nurgle que él consideraba como buenos luchadores y creó una mesnada. En Norca, encontró las ruinas de un castillo abandonado milenios atrás y del que no identificó su estilo y obligó a los pueblos de barbaros de los alrededores a reconstruirlo. Creó su propio castillo como el que había morado en Bretonia. Fundó su propia baronía en los alrededores del castillo. Y cuando estuvo preparado decidió volver a su tierra natal a visitar a sus padres.

Entre todas las fuerzas que componían su "mesnada" estaban sus caballeros y guerreros que siempre le acompañaban. Todos los guerreros bárbaros de la tribu de la Muerte Roja y su líder, el poderos hechicero Drek'nash El rojo. A pocas semanas de partir apareció un grupo de guerreros errantes Los Guerreros Negros de Aeslings. Llevaban años acosando a los enanos que se encontraban en las montañas de este y habian llegado has allí movidos por la fuerza del Caos.

Al llegar a la costa buscaron una tribu con Drakars que los llevaran a Bretonia y se toparon con los barbaros de Zhulocson "el bucanero". Una de las muchas partidas de guerra que salían a saquear las costar del sur y acababan de mercenarios en Tilea. Zhulocson y sus hombres habían llegado a la costa hacía un año y quería volver a hacerse a la mar. Así que prestaron sus barcos para cruzar el mar a cambio de poder saquear todo el oro y piezas de valor que pudieran. Algo que despreciaba Émile, pero le servirían de ayuda.

Tras una difícil travesía Émile Leberán, conocido por sus hombres como Émile Corpurri, pisó la costa de su Bretonia natal. Era momento de hacer una visita a su familia y reclamar lo que era suyo.


Fin



6 de marzo de 2012

Mi ejército del Caos (3ª parte)

Como ya dije en entradas anteriores, el trasfondo es muy importante para mí. Por esa razón suelo construir un relato o un documento que explique el porqué de ese ejército. Como el Señor del Caos es la pieza central de mi ejercito del Caos, es el protagonista de este relato que muestra su historia y la historia de la hueste de seres caóticos que le acompañan. Como el retalo es largo lo he dividido en dos partes.


El barón Jean-Pierre Leberán, señor del feudo de Diepee, en la costa norte de Couronne, estaba orgulloso de su apellido, pues sus antepasados habían repelido las invasiones bárbaras de forma heroica un centenar de veces. La Dama del Lago le bendijo con una niña que en temprana edad podía comunicarse con la Señora. Luego le bendijo con un niño robusto y sano al que llamó Jean. Pero las bendiciones se acabaron, su tercer hijo, al que llamó Émile, resultó ser un niño enclenque y enfermizo. Mientras Jean se entrenaba en el patio de armas del castillo, Émile pasaba el tiempo en su lecho curando sus enfermedades. El barón se sentía orgulloso de Jean, por que se convertiría en un gran guerrero, como él mismo, pero se preguntaba como había tenido un hijo como Émile, que era una deshonra para el apellido Leberán. Su único futuro honroso sería acabar como sirviente personal del Duque de Couronne, o un puesto similar.

Pasó el tiempo, los norses atacaron la costa y el Duque organizó una cruzada contra las costas Norsas. Émile quiso demostrar a su padre que podría estar a la altura de su hermano así que se unió a la cruzada como caballero novel, junto con Jean, en busca de su oportunidad para ser caballero. El barón regaló a Jean una armadura hecha a la medida, el mejor de sus caballos de guerra y una espada mandada forjar por el mejor herrero de Couronne, por el contrario a su hijo Émile le regaló una armadura vieja y una maza oxidada que se encontraban en la armería de castillo y un viejo y flaco jamelgo que había sido de suyo antes de heredar el feudo. El viaje fue terrible para Émile, los vaivenes de la embarcación hicieron que estuviese todo el tiempo vomitando. Al llegar a la costa formó parte de los caballeros noveles que desembarcaron, tomando una pequeña aldea costera. Su primera experiencia en combate fue dura y el primer contacto con la muerte le resultó terrible.

La aldea se convirtió en una colonia bretoniana y en la cabeza de puente para iniciar la cruzada. Mientras los campesinos y bárbaros esclavizados construían eficaces defensas, Émile contrajo otra enfermedad que le dejó en cama mientras su hermano y los demás caballeros se preparaban para continuar la cruzada hacia el norte. Sabía que en esas condiciones no podría ir con ellos y su padre seguiría burlándose de él si se llegara a enterar.

La cruzada partió de la colonia sin él, pero a la mañana siguiente lleno de ira consiguió a duras penas levantarse de la cama en busca de un lago para rezar a la dama como su madre le había enseñado desde niño. A las afueras de la colonia solo encontró un pantano de agua estancada, pero la desesperación alimentada por el odio a su padre y a su hermano hicieron que se arrodillara y rezara en busca de ayuda como nunca lo había hecho. Según iba avanzando el día sus fuerzas se iban reponiendo. Aunque su cuerpo seguía teniendo ese mal aspecto, día tras día iba mejorando hasta estar más fuerte y ser más rápido que antes. Pero el resto de caballeros que habían quedado de guarnición le rehuían o se reían de su aspecto enfermizo y demacrado. Cansado y enfadado, insultó a uno de los caballeros que lo retó a duelo. De forma espectacular a Émile le pesaba menos la maza y la armadura y los movimientos del caballero le resultaron lentos y torpes, así que ganó el duelo desarmando al caballero y dejándole con alguna costilla rota.

Después de dos semanas de la partida de la cruzada, ésta volvió derrotada y casi destruida, después de cosechar varias victorias, un gran ejercito bárbaro los derrotó y los persiguió hasta dejar a la partida en un pequeño número de caballeros. Entre los caballeros caídos estaba Jean, del que sólo habían podido recoger su espada. El ejercito bárbaro estaba fuera y se preparaba para el sitio del pueblo, pero antes de que terminaran los preparativos los bretonianos hicieron un devastadora salida. Entre ellos estaba Émile que empaló a varios enemigos antes de rompérsele la lanza y aun así siguió dando mazazos a diestro y siniestro pensando el lo orgulloso que debería sentirse su padre si le viera.

Después de que el ejercito bárbaro se disolviera, Émile volvió a casa con la espada de su hermano para dar la mala noticia a su padre y para enseñarle que se había convertido en un verdadero caballero. Pero las cosas no fueron como esperaba, su padre lloró muerte de Jean y deseaba que el que hubiese muerto fuese Émile. En casa solo encontró vació y desprecio. Émile, resentido partió en la siguiente expedición a la colonia que había montado el Duque.

Varios meses más tarde volvieron unos pocos barcos llenos de heridos y muertos. Una inmensa horda bárbara procedente de todos los puntos de la península de Norsca había llegado a las puertas de la colonia, en cuestión de una semana de sitio consiguieron hacer un ataque tan contundente que lograron entrar en el pueblo. Émile y unos pocos caballeros se quedaron mientras era evacuada la colonia. A esos heroicos caballeros se les daba por muertos.


Continuará...