Falange de Ácido de Occidha

Sigamos con lo que tenía planeado colgar la semana pasada. Como ya dije, para mí el trasfondo es fundamental. Hubo una época que ofrecía mis servicios como creador de trasfondos, de hecho sigo ofreciendo mis servicios a todo aquel que me lo pida amablemente. Uno de ellos fue el menor de mis primos, que se había juntado con varios de su clase y se dedicaron a hacer un ejército de Fantasy cada uno. Cuando fue a comprar minis para su ejército de enanos, había una oferta con cajas de guardias imperiales y se hizo un ejército. Me pidio que le ayudara a elegir doctrinas (cuando todavía existian) y a elegir un trasfondo para ellos. Aqui presento a las Falanges de Ácido de Occidha:

Occidha es una estéril bola color amarillento de poca importancia para el Imperio si no fuera por sus yacimientos minerales y por su industria química. Su atmósfera es casi irrespirable, formada principalmente por oxido de azufre que a veces van acompañados por nubes de ácido sulfúrico que pueden derretir cualquier construcción humana en cuestión de días. Por esa razón las urbes del planeta son ciudades-colmena subterráneas en que tan solo sobresalen a la superficie las tuberías que toman aire o expulsan gases y los búnkeres de entrada con portones de plastiacero reforzado de cuatro metros de grosor.

La vida en Occidha es muy dura. Los más de cien millones de habitantes viven hacinados en esas ciudades subterráneas con la constante amenaza que supone la entrada de aire sulfuroso del exterior por algún fallo en el sistema de ventilación o el derrumbe del túnel donde viven. Trabajan en las inestables minas o en las peligrosas plantas de tratados químicos. Muchos jóvenes prefieren huir a las zonas más profundas de la colmena y entrar en una banda de pandilleros antes que trabajar en esos sitios. A aquellos pandilleros que son capturados por las Fuerzas de Seguridad de la ciudad se les dan a elegir entre alistarse en las FDP o los “trabajos especiales”, una forma de llamar a los trabajos de extremo peligro en las plantas de tratado químico que nadie quiere hacer de forma voluntaria.

Las FDP de Occidha se entrenan tanto en túneles abandonados, como en la inhóspita superficie del planeta. Se caracterizan por saber adaptase en entornos muy hostiles. Además de por su máscara respiratoria de fabricación propia en forma de trompa (con el que han ganado a veces el sobrenombre de “moscas”), que han probado en múltiples ocasiones su efectividad frente a otros modelos.

LA GUERRA CORPORATIVA DE PHADEAS

En el 38º milenio, el planeta corporativo de Phadea entró una guerra civil. Phadeas estaba dirigido por corporaciones empresariales imperiales que suministraban alimentos y materias primas a medio subsector. Tras unos pequeños altercados entre corporaciones, se generó un estado de tensión superior a lo normal y acabó por estallar una guerra abierta. Las distintas corporaciones firmaban pactos y los rompían casi todos los días. El Imperio tuvo que intervenir enviando a un cónclave de negociadores del Administratum para que las corporaciones llegaran a un acuerdo, pero esto solo fue una pérdida de tiempo en el que las corporaciones se atacaron con armas víricas, haciendo que la población civil tuviera que vivir en búnkeres subterráneos. Tras esta situación el Imperio envió a los regimientos 18º y 22º de Falange de Ácido de Occidha  y a varias compañías acorazadas y de artillería, como fuerzas de paz, al mando del Coronel Auresi.

Nada más llegar a la superficie se vieron envueltos en varias batallas a varios bandos, sin ningún tipo de apoyo hasta que la 1ª compañía del 18º tomo de forma brutal el bunker principal de la Corporación Minera Cohred. Esto hizo que algunas corporaciones se rindieran a los recién llegados. Aun así la lucha entre corporaciones duró dos años más, en el que el 18º, con la ayuda de algunas compañías de los soldados corporativos leales, ya había vencido a la mayoría de las facciones y había pacificado más de la mitad de la superficie planetaria, aun así Zahared, la capital planetaria, seguía en manos de la Corporación Industrial de Zahared, la más poderosa, que firmó un tratado con el resto de corporaciones no leales para expulsar a las fuerzas imperiales. Esta etapa de la contienda fue la más dura.

La Corporación Agrícola de Murg se rindió a las tropas imperiales dejando el camino libre a la capital y ayudando al 3ª compañía del 22º de Occidha a crear una brecha en la muralla este y entrar en la capital. Pero en ese momento se descubrió la trampa y los Murg llevaron a lo Occidhanos a una matanza entre las calles. Más de la mitad de la compañía cayó antes de que la 4ª les ayudara a evacuar. Pero Auresi era un hombre previsor y ya había mandado un contingente de corporativos leales para asaltar la muralla sur y tomar la comisaría-fortaleza abandonada de los Arbites para tener una cabeza de puente.

La batalla por la capital duró dos meses y medio en un ambiente tan contaminado por las bombas víricas que una pequeña herida significaba la infección de esa zona del cuerpo en cuestión de minutos y la muerte en pocas horas.

Las tropas imperiales lucharon casa por casa, calle por calle hasta llegar al palacio del Gobernador donde el combate fue brutal. Había tantos cadáveres en la Plaza del Emperador que se podía ir desde el final de la Avenida Imperial hasta la entrada de palacio sin pisar el suelo.

Tras la toma de la capital los dos regimientos de Occidha disponían de menos de la tercera parte de los efectivos originales y casi no tenían equipo ni munición. Aun así, las tropas rebelde había quedado tan diezmadas que no opusieron mucha resistencia al avance imperial para acabar la pacificación de Phadeas casi tres años desde que empezara.