Como ya conté, el sábado
pasado estuve en la capital de España para acudir al Expomanga 2013 que se
celebraba en el pabellón de la Pipa, en la Casa de Campo. Maratoniana jornada
en la que uno hace muchos planes para realizar en algo más de 10 horas.
(Brutales colas de espera a las 4 de la tarde, que daban al vuelta al recinto)
Llegamos al lugar y
tras esperar 20 min de cola (y eso que era la cola de las entradas compradas
on-line) pudimos entrar. El nivel de cosplay me pareció alto, con trajes
bastante profesionales (algunos me dieron envidia, llevo tiempo queriéndome
hacer un traje de algo, pero no encuentro tiempo, y a veces ganas). Las
exposiciones muy interesantes, sobre todo a la dedicada a los dibujos de
nuestra infancia. En un stand cerca de la entrada me llamó la atención una
impresora 3D, muy simple y compacta (un brazo robótico y una plataforma) haciendo
bustos de personajes en plástico ABS. Según nos contaba el chico que la
controlaba, los royos de plástico que funde la impresora son muy baratos y
duran bastante... últimamente estoy muy pendiente del tema de la impresoras de
3D porque es una idea muy interesante.
(Este disfraz de Totoro fue el centro de atención, el nivel de detalle es brutal, pero el pobre chaval que iba dentro se le veia muerto. El disfraz se soporta sobre una estructura metálica soportada sobre sus hombros)
Por lo demás, como
siempre, muchos stands de distintas tiendas y colas interminables bajo el
achicharrante sol para coger algo de comer (siempre me quedo con ganas de comer
ramen). Cada vez veo menos artistas firmando y las actividades me parecen un poco
repetitivas. Pero es lo que hay. Y aunque la calidad baje lentamente, este
Expomanga me ha dejado mejor sabor de boca que el insulso Expocomic de
diciembre del año pasado.
(Curiosa exposicion con acetatos de las series anime de nuetrsa infancia)
Después de comer y
darnos una última vuelta de despedida, quedamos fuera con Wolfen y Alocada de La Taberna de Laurana (si quereis saber más sobre el Expomanga os recomiendo que visiteis este blog). Dos geniales personas con las que tenía ganas de conocer
desde hace tiempo. Por desgracia nosotros andábamos pillados de tiempo y no
pudimos hablar más con ellos, pero para más adelante prometo volver a Madrid
(siempre hay cosas que ver y que hacer en Madrid).
(Nos sellaron los brazos después de salir. Mala idea. A mi novia se le destintó todo sobre su camiseta nueva)
Y ya de tarde viaje a
Callao, visita obligada a todas las tiendas de Atlántica, Generación X y demás.
En la tienda de Atlántica de la plaza de la Luna, cogí una caja de Shock Troops
de la compañía Wargames Factory y una bolsa de peanas de voladores de otra
compañía (estoy haciendo a ratos un proyecto ultrasecreto... xD). Tiendas como
esta me hacen volar la imaginación, y ya hace tiempo que ando pensando en
buscar las minis que necesito en otras compañías, pero episodios lamentables
como el de hace un par de semana refuerzan mi conducta, así que cuanto menos
gaste en GW mejor. Como decía, estos Shock Troops van a ser unos geniales
cultistas al servicio de mi Legión Alfa.
Y finalmente visita a
Fnac (¡¡¡Reivindico un FNAC en Salamanaca ya!!!), carreras para coger el metro,
correr para coger la cena y mas galope para llegar al tren antes de que se vaya
sin nosotros. Día agotador pero emocionante.
Y para rematar el fin
de semana, el domingo nos fuimos (no lo teníamos muy pensado hacer pero nos lo
improvisamos en un momento) al Mercado Franco de Ledesma, pueblo situado a 32 km de
Salamanca y donde he pasado casi todos mis veranos. Para ser un pueblo pequeño
tiene un mercado con mucha vida. En la plaza de la Fortaleza puestos, la mitad
de artesanía y la otra mitad de viandas, mientras que en el centro de la plaza
actuaciones y gente disfrazada de época recorren el mercado. Dentro de la
Fortaleza, varias carpas, una de ellas dedicada a oficios antiguos donde se
puede ver a artesanos tallando piedra, cardando lana o tejiendo ropa en un
antiguo telar de madera.
(Interior de la Fortaleza)
Sé que no soy
imparcial, pero es un pueblo con historia que recomiendo visitar (y comer sus
tradicionales rosquillas, que son como pipas: una vez que abres la bolsa... no
paras hasta que te las acabas). A ver si el próximo año aviso del evento con un
antelación.
(Rosquillas de Ledesma)
Y eso es todo, amigos. Este
fin de semana por el contrario se me antoja relajado. Y el lunes ya os colgaré otra
WD del recuerdo.
Si, por fin pudimos conocernos!
ResponderEliminarFue todo un placer... a la próxima a ver si podemos vernos más rato y os llevamos de tiendas, tanto frikis como no...
Que os debemos un sitio de comer que creo que os va a encantar!