Hoy toca otro juego de mesa que
he podido probar este verano: Agrícola. Un juego mítico ya conocido por muchos
de vosotros (tiene una comunidad de jugadores de buen tamaño), pero para aquellos que no, os cuento de qué va. Se trata de un
juego de recursos, no muy largo.
En Agrícola encarnamos a una
familia de campesinos y tenemos que ser los más ricos del lugar.
Todo jugador tiene un panel de
campo que representa sus tierras y donde guarda los recursos, además todo
empiezan con una casa con dos estancias y los dos campesinos. Luego habrá un
panel central con una serie de acciones y donde se colocaran unas cartas que se
irán girando cada turno. Estas cartas representan nuevas acciones para
realizar. Cada tantas cartas es una fase (la primera fase consta de 4 cartas,
pero las siguiente tiene menos hasta la 6ª fase
que solo tiene una carta.
Primero se determina que jugador
será el primero y por orden cada jugador manda a uno de sus campesinos a
realizar una acción, y luego el siguiente. Las acciones son: arar un campo,
comprar maíz, conseguir madera, adobe, comida, ser el primer jugador, conseguirse
una serie de recursos, hacer pan y/o cosechar un campo.
Luego se irán desbloqueando
nuevas acciones, como comprar una oveja, vaca o jabalí, comprar una serie de
elementos (un horno para hacer el pan, una cocina para comerse a los animales,
etc), construir una nueva estancia en la casa, ampliar familia con más hijos
que hagan más acciones, etc. En ningún caso un jugador no podrá usar la acción
que haya usado otro jugador previamente, por lo que el orden del turno es muy
importante.
Al final de cada ronda, el jugador
debe dar de comer dos fichas de comida a cada uno de sus agricultores; si no
puede el agricultor tendrá que mendigar (con sus puntos negativos). Luego
tendrá que recolectar de los campo sembrados y añadir un animal más por cada
pareja de cada tipo.
Al final de la última fase, cada
jugador usa una tabla que indique cuantos puntos se le dan por cada cosa que
tenga (campos ocupados, campos sembrados, estancias construidas y/o mejoradas, miembros
de familia, etc). Quien más puntos saque, gana la partida.
Es un juego que cuando se coge
la mecánica no es muy lento, es un poco apabullante ya que hay más de una
veintena de estrategias que construir y es imposible abarcarlas todas, pero a
lo largo de cada turno serás más fácil seguir una más que otra dependiendo de
lo que otros jugadores escojan. Por lo que lo que hagan los otros es muy
importante. Además, si uno juega a este juego muchas veces y se aburre, hay
otras dos modalidades más con distintas cartas, con las que se complica el
juego y se crean una serie de desafíos, dándole más complejidad. Además, exisnten varias expansiones que meten mas chicha aun (si se puede).
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