3 de octubre de 2015

Juegos de mesa: Rummikub



Hoy voy a hablar de un clásico juego de mesa (creado en los años 40, como el Scrabble), que muchos de vosotros habéis oído hablar (y si no os lo cuento ahora) y que yo he descubierto hace muy poco tiempo.


El juego es para 2 a 4 jugadores. Está formado por 8 series de fichas numeradas del 1 al 13 y coloradas con cuatro colores distintos, además de dos comodines.



Cada jugador dispone de un soporte similar al del Scrabble. Se colocan todas las fichas boja abajo y cada jugador coge 14 fichas al azar y las coloca en su soporte.


Para iniciar el juego, el jugador tiene que sacar una o varias combinaciones que sumen 30, si no le tocara robar ficha y pasar turno. Hasta que no inicie el juego no puede hacer otra cosa.


Una vez iniciado el jugador podrá aportar fichas creando series (3 o 4 fichas del mismo número pero distintos color, por ejemplo 5-rojo, 5-verde, 5 azul) y escaleras (3 o más fichas con números consecutivos y del mismo color, por ejemplo 3, 4, 5, 6 de color azul).


El jugador tiene mucha liberta: puede crear series y/o escaleras nuevas, ampliar las ya hechas, modificarlas, unir o romper varias, crear nuevas con las fichas de otras viejas... siempre y cuando haya 3 fichas emparejadas. Puedes hacer el numero de cambios y aportaciones que quieras, el único límite es un minuto de tiempo por turno.


Además, los comodines cuentan como cualquier ficha. Si un jugador tiene la ficha que representa al comodín podrá sustituirlo y quedarse con él siempre y cuando lo use en ese mismo turno.


He de decir que al principio es sencillo, pero cuando hay unas cuantas series y escaleras te acabas saturando, pero también se te abren múltiples opciones para quitarte de encima varias fichas. En esos momentos te arriesgas haciendo varios cambios en la mesa, pero a veces la mente te juega malas pasadas y te encuentras con fichas desemparejadas, entonces si no te acuerdas de los cambios que has hechos te toca robar 3 fichas más (¡por listo!).




El objetivo es simple: quedarse sin fichas en el soporte y gritar: ¡Rummikub! Una vez ganada la ronda los otros jugadores contabilizan el valor de las fichas en sus suportes como puntos negativos; el ganador suma todos eso puntos como positivos. Así el ganador del juego será quien más puntos positivos tenga al final de todas las rondas jugadas.


Lo dicho, juego clásico. Rápido, sencillo y para toda la familia. Para jugarlo en un rato, aunque da lugar a piques. Recomendable para todo tipo de públicos.

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