Porque no todos los
juegos de dibujar son el Pictionary (con su boom en los 90), traigo otro juego
familiar del mismo tipo, pero siendo una vuelta más de tuerca.
Sobre la mesa se
colocan los 4 mazos de cartas (con siete nombres), los dos soportes (cada uno
soporta 3 cartas y cada hueco para colocar cartas tiene un simbolito), un mazo
barajado con números del 1-7 y un mazo barajados con los símbolos de los
soportes. Cada jugador recibe unas cartas numeradas (del 1 hasta el número de
jugadores que sean), una pizarra, un rotulador y una esponja de borrar.
Lo primero es elegir
el nivel de dificultad con el que queremos jugar, cada uno de los cuatro mazos
de cartas tienen un nivel. Y se colocan las cartas del mazo elegido en los
soportes, cada jugador deberá leer atentamente los nombres puestos (6 cartas x
7 nombres, en total 42 nombres). Luego cada jugar coge una carta del mazo de
números y otra de símbolos. Y sabiendo que símbolo le ha tocado, mira la carta
correspondiente en el soporte, y viendo el número, mira que le ha tocado
dibujar.
Y empieza el juego:
todo el mundo dibuja a la vez que apuesta por lo que dibuja cada uno. Cada
jugador coloca una carta de su mazo de números, en frente de cada soporte para
apostar por el nombre que cree que están dibujando, creando pequeños montones.
Una vez que todo el mundo ha acabado de apostar (y de dibujar) se ve quien ha
apostado por qué carta y quien ha sido el primero en hacerlo (el que está más
abajo del montón es el primero). Según el número de jugadores se van sorteando
unos puntos, que se reparten entre aquellos que han acertado en sus apuestas y
entre los que han sido más rápidos apostando.
En conclusión, no es
un juego de dibujar normal, aquí el aguante de la presión es muy importante,
todo el mundo dibuja y tienes que dibujar (economizando para tardar lo menos
posible) mientras estas pendiente de lo que otros están haciendo, a la vez que
tu mente está deduciendo los otros dibujos por medio de las listas presentadas,
pero sin demorarte si quieres ganar más puntos… básicamente un caos. Divertido
y sencillo, es un juego para pasarlo en familia o amigos, tanto “jugones” como
no. Y como última cosa buena, en cuanto al aspecto, todos los elementos tienen
su sitio definido, haciendo un juego ordenado y fácil de colocar sobre la mesa.
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