Seguramente la mayoría
de vosotros ya habréis jugado a este clásico de los juegos de mesa y esta reseña
puede que llegue tarde, pero me gustaría iniciar una subcategoría dentro de los
juegos de mesa centrado en Carcassonne.
Hace un año estuve
pasando por muy mal momento en mi vida y me dio muy fuerte por este juego,
hasta el punto de jugarlo siempre que tenía un rato, simplemente cambiando las
expansiones (¡¡hoy por hoy tenemos unas 33!!). Nos dedicamos a buscar nuevas
expansiones, comprarlas online y probarlas combinarlas unas con otras… fue una
locura total.
Fue un juego diseñado
por Klaus-JürgenWrede y publicado en
el 2000 por la editorial Hans imGlück
(que también tiene los éxitos de El Grande y Stone Age, dos juegos que todavía
no he jugado pero quiero) y ha tenido dos ediciones que se diferencian por la
calidad de los dibujos (la antigua parecía un mapa hecho a mano, la nueva tiene
unos dibujos muy detallados). Es un juego simple y para toda la familia, de 8
años en adelante (mi sobrina ha cumplido 7 y sabe jugar, aunque le hemos
simplificado algunas reglas,usando estrategias muy simples) y popularizó la
famosa silueta del “meeple”, el seguidor básico. La caja básica es de 2 a 5
jugadores, pero con la expansión de Posadas y Catedrales aumenta a 6. También
se puede comprar losetas y seguidores a parte en su web, por lo que puedes
aumentar el número de jugadores.
A parte de la gran
cantidad de expansiones, el juego tiene diversas variantes independientes como
la de Star Wars, Mares del Sur, Cazadores y Recolectores, Amazonas, el Castillo, Edición de Invierno, en cartas o
la versión Junior, que no combinan entre sí ni con el juego básico.
El juego está
ambientado en la edad media en la ciudad francesa de Carcasona y los jugadores
tiene un grupo de seguidores que tendrán que ir colocando estratégicamente en
el mapa para ir controlando lugares y conseguir poder en forma de puntos.
En el centro de la
mesa se coloca la loseta de inicio, el tablero de puntos y las losetas de juego
boca abajo o metidos en un saco. Cada jugador recibe una ficha de 50/100 (para
cuando da una o dos vueltas en el tablero de puntos) y 8 seguidores de los
cuales uno debe estar en el tablero marcando los puntos.
Cuando es el turno de
un jugador este tiene que:
1.- Robar una loseta
boca abajo y ponerla en la mesa unida a otra ya colocada, siempre que esté en
consonancia con lo colocado (es decir, que los caminos continúen o las ciudad
no queden cortadas), formando un mapa de la región de Carcassonne.
2.- Podrá poner un
seguidor en la loseta que acaba de colocar. Si es en un camino el seguidor será
un ladrón, si es tumbado en un campo será un agricultor, si es en una ciudad es
un caballero y si es en un monasterio es un monje. En las losetas suele haber
varias opciones, como un fragmento de ciudad, otro de camino y entre medias
campo, por lo que el jugador debe elegir sobre donde coloca a su seguidor. La
excepción a la regla es que no se puede colocar un seguidor en un lugar que
conecte con otro que ya tenga uno, sea propio o ajeno. Por ejemplo, si
colocamos una loseta continuando un camino o una ciudad con otro seguidor
entonces allí no se podrá poner. A veces ocurre que dos caminos, campos o
ciudades independientes con seguidores de distintos jugadores acaban uniéndose,
esto hace entonces que el lugar sea de aquel que tenga más seguidores.
3.- Si con la loseta
colocada se cierra algo, puntuarlo y recoger al seguidor.
- Si hacemos que un
camino tenga principio y fin ese camino se cierra y quien tenga más ladrones en
él podrá puntuar 1 punto por cada loseta de camino.
- Si hacemos que una
ciudad se complete entonces quien tenga más seguidores puntuará 2 puntos por
cada loseta de ciudad, mas 1 punto por cada loseta que tenga un símbolo de
escudo. La escepción: ciudades de solo dos losetas puntúan 2 puntos.
- Si un monasterio se
encuentra rodeado por todos lados, se puntúa 9 puntos.
Cuando se coloca la
última loseta se acaba el juego y se puntúa los lugares sin cerrar. Quien posea
un camino, 1 punto por loseta; quien posea una ciudad, 1 punto por loseta;
quien posea un monasterio, 1 punto por cada loseta adyacente.
Los campos solo se
cuentan al final del juego y, el o los jugadores que tengan más agricultores en
un campo suman 3 puntos por cada ciudad cerrada. Hay que tener mucho ojo de por
dónde van, ya que sin darte cuenta puede unir campos de distintos jugadores creando
un mega campo que puede dar la victoria a quien lo posea. Y a veces te puedes
montar un campo con una docena de ciudades y sin darte cuenta y de forma
inocente (al estilo: voy a continuar este pequeño camino) te puede unir un
pequeño campo periférico con el tuyo y puntuar ese jugador también. Pero tiene
un inconveniente, quien lucha desde el inicio por los campos se acaba quedando
sin seguidores, ya que los agricultores no se pueden recupera.
Y como siempre, quien
más puntos tenga es quien gana.
Un juego con una
mecánica muy simple, pero que hay que tener la calculadora puesta todo el
tiempo. Hay que pensar por donde arañar puntos y qué hacer con las losetas que
te llegan, que la suerte es muy importante, pero saber usar las que te llegan
es más aun. Hay que arriesgarse e ir tomando buenas decisiones para cerrar esa
ciudad grande que te has construido o colocando agricultores en campos
marginales para luego unirlos a campos más grandes, etc.
Y si os gusta, pero no teneis espacio o tiempo para recoger la mesa, pues tenemos la version de Steam, con las expansiones del Abad, el Río, Posadas y Catedrales y Contructores y Comerciantes.
Este es el juego
básico, en la próxima entrada hablare de las expansiones más comunes o aquellas
que se pueden conseguir en tienda.