Hoy tenemos el Karuba,
un juego en el que encarnaremos a exploradores buscando templos. Un juego
sencillo y recomendado para los pequeños de la casa a partir de los 8 años
(aunque creo que con 6 ó 7 también lo pueden coger muy bien).
En el centro se
colocan las fichas de oro y cristales y marcadores de tesoros. Cada jugador
recibe un tablero, cuatro exploradores (uno de cada color), cuatro templos (uno
de cada color) y 36 losetas numeradas. Al azar se elige quien será el Explorador
Jefe, por lo que ese jugador debe colocar sus losetas boca bajo y mezclarlas,
el resto deben tener sus loseta boca arriba y en orden. Cada jugador elige un
color y coloca el explorador y el templo de ese color, mientras que el resto
los coloca en la misma posición (es muy importante que todo el mundo empiece
con la misma configuración de tablero).
En cada turno el Explorador
Jefe coge al azar una de sus losetas, mientras que el resto de jugadores coge
la misma. Un jugador con una loseta en la mano puede:
- colocarla en el
tablero, haciendo caminos que una un explorador con el templo del mismo color.
Todos los caminos en las losetas tienen que tener coherencia (que no acaben sin
más en una loseta). Algunas tienen dibujado un icono de oro o de cristal, por
lo que se colocará una ficha correspondiente encima. La loseta debe colocarse
siempre con el número en la esquina superior izquierda, no vale colocarlo como
cuadre como en el Carcassonne.
- sacrificar la loseta
y mover un explorador tantas casillas como salidas tenga el camino dibujado en
la loseta (es decir, 2, 3 o 4). El jugador puede decidir mover menos o incluso
pararse en una casilla con oro o cristales para coger su ficha. En una misma
loseta no puede haber dos o más exploradores, ni siquiera de pasada.
Los marcadores de
tesoros están apilados de mayor a menor y por colores, por lo que el primer
jugador que haga llegar un explorador a un templo de un color, es el primero en
coger ficha de tesoro de ese color, llevándose la mayor puntuación.
El juego acaba cuando
se acaban las losetas. Todo el mundo cuenta el valor de sus marcadores de
tesoro, pero también sus fichas de cristales (1 punto/ficha) y de oro (2
puntos/ficha).
Juego sencillísimo. Cada
partida cambia, ya que son distintos la configuración del tablero y el orden de
las losetas. Es un juego en el que al principio es necesario colocar las
losetas para ir iniciando caminos, para luego ser más selectivos y empezar a
sacrificar losetas. Además es útil ir mirando lo que hace el resto y centrarse
en los templos a los que nadie va para ser el primero. Aquí también está muy
presente la tensión, ya que algún rival se te puede adelantar en el último
momento y estropearte la estrategia. Y como ya he dicho, es un juego pensado para los peques y que no aburre a los mayores, pero si aún así son demasiado peques, existe el Karuba Junior con reglas mas sencillas aún.
No hay comentarios:
Publicar un comentario