22 de agosto de 2012

Caballeros Legionarios de Zeta

Antes de irme unos dias quiero colgar este trasfondo de otra Guardia Imperial. Está basado en la legión española y lo hice hace unos 10 años junto con un amigo. Cuando vuelva subier la segunda parte del texto.


Pocos años antes de la Era de a Apostasía, el Señor de la Guerra Ribamus, se embarcó en una cruzada para limpiar los sistemas de la Franja Sur. Después de arrebatar un sistema a los Orko, planificó la invasión del sistema Zeta. Éste sólo tenia dos planetas habitables: Zeta-3 y Zeta-4. Zeta-4 estaba habitados por una civilización humana muy primitiva por lo que se invadió rápidamente. Pero Zeta-3, un planeta enteramente desértico, estaba plagado de Orkos, por lo que iba a costar más.
Ribamus planeo la invasión y la llevó a cabo: varias unidades procedentes de mundos desérticos tomaron los territorios alrededor del único mar del planeta, que se encontraba ocupando el polo norte, y los fortificaron. Fundaron varias ciudades para que se establecieran los colonos, entre ellas la cuidad-cuartel de Ciudad Zeta. Luego un contingente más numeroso aprovechando todavía el factor sorpresa limpió el desértico planeta hasta cerca del ecuador y se preparó para aguantar el contraataque orco hasta que llegara el tercer contingente que acabaría de barrer el planeta de la escoria pielverde. 
Pero el tercer contingente no solo llegó tarde, también llegó con la cuarta parte de las unidades prometidas y con la noticia de que el Comandante de Tempestus suspendía indefinidamente la cruzada por problemas en Terra.
Mientras duró la Era de la Apostasía, el sistema Zeta fue perdiendo contacto con el Imperio debido a las tormentas de Disformidad. Así que Ribamus reestructuró las tropas de las que disponía.
  
LAS REBELIONES EN EL SISTEMA ZETA
Después de un siglo el sistema Zeta siguió aislado y los dos planetas habitables mantenían la comunicación por medio de naves que viajaban por el espacio real. Durante todo este tiempo los soldado de Zeta-3 intentaron avanzar mas allá del ecuador del planeta con la ayuda de los soldados de Zeta-4. Pero de pronto, Zeta-4 empezó a sufrir revueltas por todo el planeta y cortó las comunicaciones con sus vecinos. El Capitán-General Mandelais, gobernador de Zeta-3, organizó una expedición a Zeta-4 con la pequeña flotilla que disponía para averiguar lo sucedido, pero se tuvo que interrumpir cuando los trabajadores de las industrias de la ciudad de Tangran se rebelaron. Los rebeldes creían en las extrañas y oscuras deidades que se adoraban antiguamente en Zeta-4, con promesas de poder y riquezas a cambio de derrocar a los seguidores del tirano Emperador. Pronto se alzaron por todas las grandes ciudades del planeta rebeliones que eran aplacadas gracias a la brutalidad de las fuerzas planetarias. La situación empeoró cuando la flotilla de Zeta-4 apareció llena de efectivos para apoyar a los rebeldes.
A todo esto la 1ª Compañía estaba emplazada a lo largo del frente contra las tribus de Orcos sin saber gran cosa, hasta que llegó un comunicado de Ciudad Zeta. El capitán de la compañía, reunió a sus oficiales, entre ellos al Teniente Stratto del 2º pelotón. Stratto era un veterano militar combatido durante uno de los peores Waaagh que sufrieron las tropas imperiales. La noche antes de la partida de las tropas Stratto y su pelotón desapareció en los desiertos, sin comunicar sus intenciones a nadie. 
La 1ª llegó a tiempo para enfrentarse a los rebeldes a las puertas de la capital, pero tras una dura batalla descubrieron que solo era la avanzadilla, el verdadero ejército llegaría al día siguiente.
La 1ª compañía se replegó dentro de la capital para defenderla lo mejor posible. Durante un mes sufrieron un duro castigo y poco a poco empezaron a perder posiciones hasta que los supervivientes se tuvieron que replegar al Palacio del Capitán-General del planeta. Pero en ese momento una horda de orcos procedentes de los desiertos atacó a las fuerzas rebeldes. Al frente de la horda estaba el teniente Stratto y sus hombres. Stratto, conocedor de la psicología orka, se había recorrido todo el desierto enfrentándose a los mayores kaudillos Orkos y había creado un Waaagh de grandes proporciones.
La titánica batalla duró varios días, y los rebeldes fueron engullidos por la marea verde. En el apogeo de la lucha Stratto se enfrentó al general rebelde y aunque Stratto murió en la pelea, el general quedó gravemente herido.
Tras la muerte de Stratto la mayoría de orkos volvieron a los desiertos. El ejército rebelde quedó reducido a un puñado de pequeñas bandas desorganizadas que fueron erradicadas en las siguientes semanas.
 
LA EXPEDICIÓN
Después de varios siglos, la tormenta de disformidad se disipó y una fuerza expedicionaria Imperial llegó al sistema Zeta. Al acercarse al corrupto planeta Zeta-4 fueron atacados, pero las fuerzas respondieron con un ataque orbital masivo que destruyó toda forma de vida. Al llegar a Zeta-3, encontraron todo lo contrario, un planeta que se había mantenido fiel al código Imperial. El planeta seguía dividido en dos por un Cinturón de fortificaciones defendidas tanto por unidades de la FDP como por tribus de Orkos, que están asociados a la FDP a cambio de chatarra y el derecho a saquear en el caso de haber confrontación. Es una medida altamente irregular, pero de otra manera se necesitaría miles de soldados para vigilar el Cinturón.

3 comentarios:

  1. Me ha encantado!!

    Eso de que los dos mundos tengan visiones diferentes cuando están aislados te quedó genial!!

    Hay ganas de leer cómo sigue...

    Y qué pasa con los orkos de Zeta 3

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  2. De lujo la historia, me preguntaba si podriamos intercambiar banners y poder mostrar tu historia de trasfondo en la pagina de nuestra comunidad.
    http://martillodeguerra2012.blogspot.com/
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    Respuestas
    1. Gracias compañero. Mis historias estan para que todo el mundo las lea, asi que no hay ningun problema con que la utilices.

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