En estas pasadas fechas
navideñas, donde nos juntamos con la familia y amigos, tuve la oportunidad de jugar a muchos juegos de mesa, y uno de ellos es el
Forest. Se trata de un juego de cartas, donde se representan a los distintos
personajes de los cuentos y junto a ellos tenemos duendes, hadas, ranas y búhos.
Cada jugador coge tres
cartas, en cada turno el jugador debe elegir una carta de su mano y colocarla
en la mesa siguiendo el bosque (unas cartas son de bosque y se colocan vertical
y otras de follaje que van en horizontal), hay que llevar la cuenta de los
seres antes mencionados, porque cuando alguien ponga una carta y haya 7 o más
de un tipo (7 búhos, por ejemplo), esa persona se lleva todas las cartas que
aparezca ese ser.
El juego acaba cuando
todas las cartas han sido usadas. Cada jugador cuenta el número de cartas que
se ha llevado. Quien más tiene gana el juego. Así de simple.
Es un juego en el que
hay que estar muy atento, ya que a veces no te das cuenta de los seres que hay
entre la maleza o puedes estar demasiado atento a uno tipo de ellos, cuando en
realizada hay otro a punto de llegar a los 7. De esas 3 cartas que tienes en la
mano hay que decidir cual usar según lo que tengan cada una de ellas. Cuando se
juega a 2 jugadores tener una pequeña estrategia en mente es importante, con 3
a 5 jugadores, se monta el caos y lo único que te queda es aprovechar bien las
oportunidades que te llegan.
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