15 de agosto de 2012

Legiones de Hasppen (relato)


El sargento Zareck se dejó caer detrás de varios troncos caído, después de una carrera entre el zumbido de la munición Tau. A ambos lados llegaron T. Van Saar de Necromunda y “Salvaje” de Kfrak III. Los alrededores estaba sembrado de cadáveres de humanos, Taus y Kroots de combates anteriores, la primera y segunda escuadra habían sido aniquiladas, pero redujeron a los Tau a menos de una docena de guerreros fortificados detrás de un parapeto. Tenía que llegar al parapeto como fuese. Ese era lo que le aguardaba a los integrantes de una escuadra penal como la suya, un asalto suicida para entretener a las tropas enemigas mientras la Guardia Imperial realizaba el verdadero ataque por el norte. Darran y Vhes llegaron detrás de una armadura de combate Tau con el pecho reventado, pero Cauai de Chidian cayó antes de llegar; esos malditos xenos habían cazado ya a tres miembros de su escuadra.

Zareck hizo una ráfaga con su pistola bolter y se escondió a la vez que la munición de inducción levantaba una nube de astillas y serrín. T. Se asomó y disparó varias veces antes de que un impacto directo esparciera sus sesos al aire. Su lugar lo ocupo Tarazanus de Tridef Alfa con el cuerpo cubierto de granadas y cargas de demolición y una sonrisa de demente. A Zareck no le inspiraba ninguna confianza; en realidad ninguno de los componentes de su escuadra se lo inspiraban, estaban llenos de maniacos, ladrones y traficantes sin escrúpulos, pero los necesitaba a todos en ese momento, escoria como él mismo, que habían cometido el error más grande: dejarse cazar y vivir para estar allí.

Zareck procedía de un planeta industrial controlado por el Adeptus Mechanicus. Mantenía su equipo en buen estado y lo mejoraba siempre que podía, como su radio. Podía oír todas las comunicaciones a lo largo del frente y las noticias no eran muy alentadoras. El segundo pelotón había sido aniquilado al completo. El cuarto y el primero no podía avanzar ante el fuego enemigo y la gran cantidad de bajas. Solo el segundo estaba a punto de tomar el bunker tau que se les había asignado como objetivo. Y los refuerzos formados por la tercera compañía se estaban retrasando.

Vhes se arrastró para alcanzarle a Darran un par de cargadores de bolter pesado del cadáver de Cauai mientras trozos de tierra eran levantados a su alrededor por el enemigo. A su lado Salvaje parecía tranquilo gracias a su collar de supresión que mitigaba su furia de combate: no era de utilidad si al menor descuido se lanzaba encima del enemigo. Zareck hecho un rápido vistazo para confeccionar un plan y dar las ordenes al resto. Tarazanus lanzó una de sus granadas de humo por el camino que iban a recorrer mientras que Darran disparó una ráfaga de bolter pesado y Vhes hacia uso de sus habilidades de tirador.

El sargento y Salvaje recorrieron la distancia hasta la base del parapeto agachados y lo mas rápido posible. Se apoyaron en la pared y buscaron un punto débil a la fortificación. Vhes mató a un Tau que estuvo apunto de descubrirlos, y fue lo último que hizo antes de caer tambíen.
Zareck dio su espada sierra a Salvaje y le quitó el collar de supresión, éste mostró una sonrisa y de un brinco asaltó el parapeto con un potente grito de batalla. Zareck recorrió el exterior del parapeto mientras oía alaridos y la espada sierra al cortar brazos, piernas y cabezas. En uno de las aspilleras vio a un Tau apuntando a Salvaje, antes de apretar el gatillo, su pistola bolter hizo lo propio. Aun así vio como varias ráfagas recorría el parapeto desde el otro extremo y acribillaban a Salvaje. Otro Tau se asomó por encima del parapeto para disparar al sargento cuando otra ráfaga de bolter pesado lo destripó. Cuando Zareck se volvió hacia sus hombres, que se aproximaban al asalto, vio como Tarazanus lanzaba dos certeras granadas con las que eliminaba a los últimos ocupantes del parapeto. Cogió su radio y dio la señal a la escuadra de mando y a la cuarta escuadra para que se acercaran.

Ahora solo quedaba aguantar la tormenta de disparos Tau y asaltos Kroot hasta que se dieran cuenta del verdadero ataque imperial, entonces las escuadras penales supervivientes tomarían parte en  la batalla final.

2 comentarios:

  1. Está genial!!

    Quiero saber cómo termina!!

    Los Tau acaban recibiendo de lo lindo no?

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  2. Es final abierto...xddd. Uso a los Tau en algunas de mis historias (a parte de porque es una raza xenos q me gusta mucho), xq hay alguien por aqui q esta muy enganchado a esta raza, y me da pie a darle trasfondo a nuestras batallas.
    Y si, espero que la Guardia Imperial machaque a esos sucios xenos...xd

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