Hoy voy a hablar de
uno de los juegos que les han traído los reyes a mi novia y que se está
convirtiendo en un clásico de las ludotecas: Caylus.
El rey Felipe IV de
Francia quiere construir un castillo en la ciudad de Caylus, y los jugadores
son maestros constructores que quieren ganarse una fama en todo el reino con
semejante obra.
Cada jugador tiene una
serie de fichas de su color: 20 casas, 7 marcadores y 6 peones que
representaran a los trabajadores que cada jugador dispone. En cuanto a los
marcadores se colocarán: uno sobre el puente, uno en el 0 del marcador de
puntos de prestigio, uno en el marcador del orden (que al principio se colocan
por azar) y cuatro en cada uno de los tipos de favores del rey. Además a cada
jugador se le da una serie de monedas (dependiendo del orden) y dos marcadores
de carne.
El tablero representa
la ciudad de Caylus. Empieza con el castillo a construir y sigue un camino
donde se va expandiendo la ciudad.
- Primero van los
edificios especiales (la puerta del castillo, que hace que un trabajador pueda
ser colocado en una casilla libre al final de la fase 2; la lonja, que da 3
monedas; la casa del mercader, que da tres movimientos de preboste gratis ; la
justa, la única casilla que puede tener más de un jugador y con una moneda y un
paño da un favor del rey; los establos, según en orden en el que cada jugador
ponga un trabajador aquí se colocará así en el marcador de orden; y la posada, en el segundo turno de tener un
trabajador aquí, el jugador solo pagará una moneda al colocar sus
trabajadores).
- El puente: marca el
precio que cuesta colocar a un trabajado en una casilla. Según vaya pasando la
gente, se irán colocando en orden sus fichas en un marcador, que además muestra
como se encarece el precio del trabajador.
- Edificios fijos (fondo rosa): se
colocan al azar al inicio de la partida.
- El resto de
edificios: son los edificios que construyen los jugadores. Están los edificios
de madera y piedra que se construyen en una casilla vacía (las primeras son mas
baratas, pero las segundas dan más bonificadores). Las residencias, que se
construyen sobre un edificio propio de madera o piedra o sobre un edificio fijo
(anulando el edificio de abajo, pero dan al jugador una moneda por turno). Los
edificios de prestigio, que se construyen sobre residencias (y dan una burrada
de prestigio).
El turno consta de las
siguientes partes:
1.- Cada jugador
recauda dinero. Se le da dos denarios a casa uno, mas los denarios que le de
algunos edificios construidos por el jugador.
2.- Cada jugador, por
el orden establecido puede colocar un trabajador en una casilla o pasar.
- Si pasa, ya no podrá
colocar más trabajadores. Y colocará un marcador en el puente encareciendo el
peaje. El primero en pasar gana una moneda.
- Si coloca un
trabajador en un edificio neutral, tiene que paga lo que indique el puente.
- Si coloca un
trabajador en un edificio de otro jugador, además de pagar el peaje, el dueño
del edificio gana un punto de prestigio.
- Si coloca un
trabajador en un edificio propio, solo tendrá que pagar una moneda.
3.- Se van resolviendo
las casillas especiales con trabajador en el orden que marque el camino hasta
llegar al puente.
4.- Mover al preboste,
según el orden que haya quedado en el puente (primero el que haya pasado primero,
etc) pagando una moneda por cada movimiento.
5.- Se resuelven el
resto de casillas por el orden que marque el camino y hasta donde haya quedado
el preboste.
6.- Se resuelve por
orden la construcción del castillo (si es que alguien ha puesto algún trabajador
en el castillo).
7.- Se mueve el
alguacil una casilla (dos si el preboste esta por delante) y se mueve el
preboste donde haya quedado el alguacil.
En cuanto a los
favores reales, hay cuatro tipos. Cuando un jugador gana uno (prestigio,
dinero, recursos o construcción), tiene que elegir qué tipo de favor quiere, y
puede avanzar y conseguir el siguiente nivel de ese tipo o coger cualquiera de
los niveles que ya ha conseguido. Si gana más de un favor, solo puede invertir
uno en cada tipo.
Y en cuanto a la
construcción del castillo hay tres fases: las mazmorras, las murallas y las
torres. A lo largo del camino hay tres casillas con el símbolo de cada una de
estas partes del castillo, cuando el alguacil llegue a una de las casillas se
resuelve esa parte del castillo. Se dará bonificadores a quien haya contribuido
y penalizadores a los que no. Una vez resuelta una parte del castillo ya no se
podrá construir en ella. El juego se acaba cuando se resuelve la ultima parte
del castillos
En definitiva, un juego
que me recuerda muchísimo al Mundo sin Fin, con muchos recursos y muy complejo.
Esto hace que tenga el inconveniente de que haya muchas reglas a tener en
cuenta (y principalmente tener siempre en cuenta el orden en el que se juegan
las casillas, que es muy importante) y que al principio cueste mucho coger la
mecánica; pero tiene la ventaja de que una vez cogida, tienes un abanico grande
de estrategias para ganar el juego, estrategias que puedes cambiar según se
vaya desarrollando la partida. Para aquellos que les gusten los juegos de
recursos (como a mí), este juego les va a encantar.
Me recuerda mucho al Carcassone en ciertas mecánicas, a ver si algún día consigo probar éste!
ResponderEliminarA nosotros nos recuerda mas al del Mundo Sin Fin, aunque curiosamente el trasfondo es muy parecido al del Carcassone
Eliminarhttp://lacuevadelfrikisolitario.blogspot.com.es/2013/06/juegos-de-mesa-el-mundo-sin-fin.html
Yo lo he jugado solo un par de veces, y me recuerda al Puerto Rico. Supongo que a cada uno nos recuerda una cosa diferente jajaja.
ResponderEliminarEl Puerto Rico, tengo muchas ganas de jugarlo, me lo han puesto muy bien. Cuando lo juegue te dire... ;)
EliminarPD. Mi proxima entrada va ir dedicada al Santiago de Cuba, un juego también de recursos, pero ligeramnete distinto a este.
Eliminar