Vamos a cambiar de
tercio. Últimamente hablo de juegos simples y rápidos para todo tipo de
personas, pero esta vez traigo algo distinto, especial para los "más
jugones", un "dungeon crawler" que he jugado últimamente alguna
partidilla (y que fue nuestro plan de Nochevieja, entre amigos). En algunos
juegos como éste, la línea que separa los juegos de mesa y los de rol es difusa.
Es un juego de entre 2 a 8 jugadores más un Máster que dirige la partida.
En las Mansiones de la
Locura, nos metemos de lleno en el universo de H.P. Lovecraft, donde cada
jugador encarna a un investigador que tiene que enfrentarse a adoradores de
dioses ancestrales y fenómenos paranormales.
Cada jugador elige a
un personaje, cada uno con un papel; desde la científica inteligente y el
anciano investigador experto en enigmas, hasta el mafioso equipado con una
Tompson (a falta de bárbaro "matamucho" que solía cogerme cuando de
niño jugaba al HeroQuest, este es mi personaje favorito). Cada personaje tiene
cinco cartas de atributos: la primera, con una foto, la vida, la cordura, la
habilidad y la biografía por detrás; dos a elegir por el jugador con los atributos
de Fuerza, Puntería y Destreza y un objeto; y otras dos a elegir por el jugador
con el Intelecto, Voluntad, Saber y Suerte y una habilidad especial de un solo
uso por partida.
En cada turno, cada
jugador tiene dos movimientos y una acción (que se puede convertir en
movimiento). Como semi-juego de rol, el jugador puede decidir la acción que
hace (disparar, buscar, abrir una cerradura, resolver un enigma...). Todo lo
que nos vaya pasando lo iremos resolviendo por medio de tiradas de 1D10,
intentando sacar igual o menos que el atributo que corresponda.
En cuanto a los
combates, vienen marcadas por cartas elegidas al azar, hay un mazo para
disparar, otro para golpear con los puños y otro para usar un arma contundente,
que indican que atributo tenemos que superar para ganar el combate, con las
consecuencias tanto si lo superamos como sino. Y en cuanto a la resolución de
enigmas, son realmente puzles que el propio jugador debe ir resolviendo.
No puedo describir
como trabaja el Máster, porque lo hace detrás de una pantalla, pero en cada
turno coge unas fichas, que son con las que hará la puñeta a los jugadores.
Cada misión es distinta, en unas la mansión ya está montada y en otras se irá
descubriendo cachos según avance el juego. En unas hay un tiempo muy limitado y
en otras más amplio. En unas los objetos se ven y en otras no. Pero en todas
ellas, hasta que no avanza la partida, los jugadores no saben porque están en
esa mansión y cuál es su objetivo para ganar.
Es un
juego muy al estilo rol, muy intuitivo y fácil, pero quien tenga que hacer de
Máster se lo tiene que currar y tiene que conocer bien la misión y las reglas,
o sino el juego se hará aburrido. Tiene un montón de piezas y una estética muy
atrayente, con un montón de habitaciones (con dibujos por las dos caras) para
construir la mansión de turno. El inconveniente, que es un juego que se tarda
mucho en jugar y como mínimo lo menos que te puede durar una partida es de hora
y media (la última que jugué fueron cuatro horas).
A éste no llegué a jugar, pero por lo que dices, tiene pintaza!
ResponderEliminarEsta muy bien.
EliminarAdemás te sirve para entrenarte hasta que llegue el HeroQuest (si es que al final llega).
Esta cojonu... Además como dices, se acerca mucho al rol (tienes que deducir cosas, etc.) pero siendo algo mas visual y menos denso que jugar con un grimorio, papel, lápiz y dados.
ResponderEliminarAun así, ñe... el día que pueda jugar a algo así con mi grupo (lo mío fue una cañita al aire) haré el baile del sombrero en medio del comedor. Y si además no me toca hacer de master, me aventuro a decir que lo hago en bolas!
Aquí somos mas de cosas ágiles (símbolo arcano) tanto en ejecución como en duración, y requerir master (aunque soy yo siempre quien se empapa de y explica los juegos) en según que grupos resulta prohibitivo.
Supongo que es lo que tiene peinar canas :D