¡Vamos a por un nuevo año!

Otro año que se va. Para mí, el 2018 ha sido un año agridulce, empezó desastrosamente mal, pero que se ha enderezado (mejor dicho, medio-enderezado, ya que hay cosas que todavía siguen coleando y que no mejoran) hasta acabar de una forma aceptable. 

(No se de quien es esta imagen pero me ha encantado)

 

Los propósitos de nuevo años son los mismos que los del anterior: mantener el ritmo del blog (el año pasado tuve que frenarlo e incluso parar temporalmente), estar más atento a los mensajes que me enviáis (el año pasado conseguí mirar el correo más a menudo), volver a retomar los pinceles y la masilla (el año pasado solo hice un breve intento de pintura durante el mes de abril…) y retomar los viejos proyectos que tengo en el tintero mental o a medias cogiendo polvo.

Así que un año más (por suerte, eso significa que el blog sigue en pie) me gustaría felicitaros la Noche Vieja, no bebáis mucho, que empecéis el año con buen pie y que el 2019 sea mejor que el 2018.