Ya sabéis que no suelo
dar mi opinión sobre nada actual, mi campo es el glorioso pasado de este hobby,
pero la campaña del Fin de los Tiempos es algo que no se puede pasar por alto,
me ha dado por pensar (a veces pasa) y uno necesita soltar lo que piensa y
desahogarse.
El mundo de WFB esta
revolucionado (parece que ahora menos, los ánimos de los aficionados a este
juego son volátiles y enseguida se olvidan de la novedad con la mente pendiente
en la "pre-novedad", como la "reedicion" de Space Hulk), la gente se ha puesto toda loca en foros, blog
y demás mentideros de la red y ha salido a celebrarlo como si fuese final de
año. Yo tal vez porque cada vez me intereso menos por el hobby o porque yo ya
he vivido más situaciones como esta (y mi memoria no está volátil) o porque veo
con suspicacia algunas de las cosas que GW hace, y no me eche a la calle a
celebrarlo también hasta que no vea todas las cartas de la partida.
Me he visto los
geniales videos de Last Sand Games (que recomiendo) y me puedo hacer una idea
de la situación y puedo escribir esta reflexión que he ido bullendo esos días de
atrás.
Como antecedentes a
esta campaña tengo que hablar de la Tormenta del Caos (hagas lo que hagas
siempre uno se remonta al pasado, donde mejor me muevo), una campaña jugada en
el verano del 2004 pero que se venía vaticinando varios años antes. Pequeñas
pinceladas en los distintos ejércitos o la campaña del verano del 2001, La
Sombra sobre Albión, donde te dejaba entrever que eso solo era el principio del
inicio del comienzo del preludio de algo mucho más gordo. O el 2003 (por donde
ando ahora con mis viejas White Dwarf) empiezan a enseñarte más cosas y sacan a
Valten y a su historia.
Poco a poco se prepara
la Tormenta, hasta que se desata. Sacan incluso un libro con misiones y nuevos
personajes y variantes de ejércitos. Todas la razas llevan años preparándose
para la esto y tiene sus planes que harán que medren o caiga, reclutando a
millones de su raza para luchar. La gente enfervorizada juega misiones y espera
que su raza favorita salga victoriosa... vamos, una situación muy parecida a la
que se está viviendo. Pero cuando se publica el resultado la gente queda
boquiabierta pensado que era una broma. Todas las grandes batalla, planes, gloriosas
luchas para que al final todo quede como estaba... efectivamente, se anunciaba
una campaña épica que daría un giro... de 360º. Una enorme y monumental tomadura de pelo de GW.
Al año siguiente como
si no hubiese ocurrido nada: los personajes y ejércitos creados para la campaña
dejan de ser válidos y la línea temporal queda parada justo antes de la
Tormenta. Pero la cosa tenía su lógica, Fantasy era la joya de la corona de la
compañía y no se podían meter grandes cambios no se fueran a estropear el
tinglado... aun así la masa de aficionados llevamos años pidiendo algo, algunos
cambios aunque sean pequeños, que los eventos se iban agolpando en los últimos
años de forma insostenible.
Han pasado una década
desde entonces y Fantasy ha caído bastante en detrimento de 40K, la política de
precios y que a muchos no le ha terminado de convencer la 8ª edición, han
ayudado mucho a esa situación. De improviso y sin avisar (todo lo contrario que
la Tormenta), aparece el Fin de los Tiempos (y no, no vale como aviso los
rumores, que eran tan bizarros que parecían falsos, cuando realmente eran muy
fiables). La línea temporal pasa de estar en pausa a ir en avance rápido; pasan
muchas cosas de golpe y porrazo. La Tormenta queda completamente anulada y
sacan su sucesor, lo que en verdad tenía que haber sido hace 10 años.
Primero he de decir
que el libro está muy currado, con ilustraciones nuevas e impresionantes y
describiendo las batallas bastante bien. Todo el argumento esta currado,
contando como poco a poco van consiguiendo resucitar a Nagash y cómo va
consiguiendo su poder hasta convertirse en un dios, todo ello salpicado con
interesantes detalles.
Segundo, que los
grandes personajes mueran es algo que me encanta. Los personajes no solo tiene
que nacer, también morir o evolucionar, eso da sensación que un juego está
vivo. En todos los libros de ejércitos suele tener al megapersonaje que es el
paradigma de la raza (Karl Fran, Settra, etc), que ha tenido una gloriosa vida,
pero ahí están, rabiosamente indestructible, enfréntese a quien se enfrente.
Igualmente, pero en menor medida, el resto de personajes. Que mueran y dejen
paso a otros nuevos personajes, como en teoría a ellos les paso.
Lo que ya no veo con
buenos ojos es la destrucción total y absoluta de algunas de las razas
(reconozco que me ha dado mucha rabia la destrucción de Estalia, con lo que nos
costó hacer el libro de ejércitos...). Que alguna raza caiga en desgracia y
sufra una alta mortandad, o nazcan nuevas, o evolucionen a otra filosofía de
vida, también le da chicha al trasfondo y da la sensación de estar vivo... pero
una masacre generalizada lo veo innecesario. La destrucción de razas (al margen
de que tengan o no miniaturas oficiales) mata
la variedad en cualquier trasfondo. Realmente es algo anatema: la
mayoría de juegos nuevos según van avanzado y desarrollándose, van añadiendo
razas y subrazas para dar más variedad al juego y hacerlo más pintoresco, donde
el jugador tenga una serie de elecciones... justo lo contrario que lo que está
pasando en Fantasy ahora. Renovar un trasfondo no es solo destruirlo.
Y queda la expectativa
de los siguientes libros (unos dicen que quedan dos y otros tres), en que se
vea evolucionar la campaña y ver como acaba. Y el final es lo más esperado,
porque aquí GW tiene que tener mucho tino o la cagará a lo grande:
·
Si se trasforma en un "sueño de
Resines" (una expresión que ya ha sido asimilada por todos...xDD) como
pasó con la Tormenta del Caos, la gente se va a cabrear de lo lindo... ¿todo esto para nada? ¿y qué hago ahora con mis
Morghast?
·
Si por el
contrario tiene un final apoteósico con mucha muerte y destrucción (que es lo
que los rumores apuntan) significa que habrá razas que desaparezcan y las
listas de otras cambiaran. Por tanto ¿cómo quedará el juego?:
- Y
si hay minis de mi ejército que ya no puedo usar ¿qué hago con ellas? tendré
que actualizar mi ejército ¿por cuánto me saldría? ¿merece la pena o me meto a
"Oldhammer"?
- O
peor ¿qué hare con mi ejército de chorrocientos punto que llevo años comprando,
montando y pintando, si la raza ha desaparecido por completo? ¿lo dejo
guardando polvo? ¿lo vendo en Ebay por cuatro céntimos porque nadie quiere un
ejército que no existe? En este caso soy de la opinión de que para seguir
usando esa raza habrá mucha gente que se meta al "Oldhammer",
curiosamente algo que intenta evitar GW.
La lógica dicta que GW
debería acabar la campaña entre estos dos puntos o tendrá un problema, pero en
todos estos años esta compañía ha demostrado que no se guía por estrategias
lógicas, a veces va dando tumbos y otras se ven estrategias para ganar dinero a
corto plazo sin importar el futuro (el futuro está muy lejos). Por lo que me
inclino que al final la campaña acabara como en la segunda opción. ¿Por qué?
-
Porque Fantasy ya no es la niña bonita y por
tanto tienen poco que perder.
-
Porque obligas a los jugadores a renovar ejércitos,
incluso a comprarse ejércitos nuevos y nuevos personajes (que los otros han
muerto).
-
Y porque aunque la campaña acabe mal, estos
meses que se desarrolla toda la historia, la gente está emocionada y compra
cosas (aunque el final sea un fiasco y la gente se encabrone... pero eso es en el
futuro).
Y para acabar, si aun
así la campaña acaba por todo lo alto, de forma satisfactoria para la mayoría,
(como se rumorea) con nuevo reglamento que solucione la denostada 8ª edición y
que haga que mucha gente se vuelva a enganchar (o reenganchar en el caso de
quienes se fueron), la estrategia quedaría coja si no cambian la política de
precios. ¿De qué sirve que la gente se aficione a un juego si luego tienes que
gastarte 600€ en hacerse un ejército?. Esto lo único que hará es que mucha
gente compre a marcas alternativas (o incluso chinoclones) para reducir costes.
Eso es en mi opinión el problema más grave de Fantasy.
Puede que esté
pidiendo mucho, pero si al final la campaña trae un trasfondo renovado, con un
buen reglamento y una mejor política por parte de la empresa, entonces hacedme
hueco que yo también iré a celebrar el Fin de los Tiempo. Si no, será otra triste
maniobra en una empresa que año a año va perdiendo todo lo que ganó tiempo atrás.