Hace más de un año que
no hablo de un juego de mesa, más que nada porque el confinamiento y la
pandemia han hecho que las relaciones sociales queden mermadas, incluso cuando
hay quedada de amigos es solo para tomar algo en una terraza al aire libre,
pero de jugar nada de nada. Estos dos años he comprado pocos juegos y no he
podido probar los juegos que mis amigos han comprado, por lo que no he podido
reseñar ningún juego nuevo… hasta ahora.
Hoy traigo el juego
que los Reyes Magos nos ha dejado en casa, Railroad Ink (concretamente la
edición azul). Un juego sencillo y rápido que consiste en conectar carreteras y
railes con las salidas que hay en los bordes. Es para jugar de 1 a 6 jugadores
(si, no hay problema en jugar en solitario).
Cada jugador recibe un
tablero y un rotulador no permanente. Uno de los jugadores tira los cuatro
dados de seis caras con símbolos de carreteras y railes. Y todos los jugadores
plasman en su tablero los resultados de cada dado. Además, cada jugador dispone
de hasta tres comodines por partida a elegir. Estos comodines son cruces de
camino y que pueden usar cuando quieran (aunque solo uno por ronda).

Cuando todos han
plasmado los resultados de los dados en su tablero se acaba la ronda y se
vuelven a tirar los dados. Y así hasta completar las siete rondas. Tras o que
viene contar puntos, cuantas más salidas tengas concentradas más puntos, además
de recibir puntos por la carretera más larga, la vía férrea más larga o usar
las casillas centrales, pero pierdes puntos por cada tramo de carretera o rail
que no conecte a nada.
Luego, están las
expansiones que vienen en las dos cajas básicas que están traducidas y
comercializadas en España. Por un lado en la edición azul. La primera son dos
dados con las que hacer ríos (puntúa el más largo). Y la segunda son dos dados
y con ella formas lagos (puntúa el lago más pequeño). Con la edición roja, a
parte del juego básico vienen dos dados para formar ríos de lava y otro dos
donde en cada turno caerá un meteorito donde los dados indiquen (destruyendo lo
que haya en la casilla).

Luego está todo el
material que no han comercializado en España. Por un lado las dos cajas
Chalenge. Es una versión más compleja de la básica, donde el tablero tiene ya
casillas especiales marcadas, además de cartas de retos que dan puntos extra,
pero por otro lado solo es para máximo cuatro jugadores. Son dos cajas con el
juego ampliado más dos expansiones cada una. Por un lado la caja verde, con una
expansión donde de dos dados haces bosques y otra de otro dos que haces
senderos. Y la caja amarilla, con una expansión que haces desiertos y otra que
haces barrancos.
Y luego hay seis packs
de cuatro dados que añaden mini expansiones (unas como la de Underground, de
poner tuberías, usa los cuatro dados y otra como la Arcade, que hace referencia
a videojuegos antiguos, cada dado es una expansión independiente), tableros más
grandes para poder jugar con varias expansiones o un pack de cartas de retos
extra.

En conclusión, es un
juego rápido (30 min como máximo) y fácil. Pero hay que comerse un mucho el
coco para ver como encajar cada resultado, pensado como conectar el mayor
número de salidas, esto hace que acabes con un poco de jaqueca al tener que pensar
como encajar las piezas. Otra cosa que me gusta es su pequeño tamaño y su
facilidad para montar o guardar todo el juego, y los pack de expansiones solo
lo forman cuatro dados y ya. Y por último, el hecho de que tengas muchas
expansiones que hacen que el juego de mucho ídem. Por otro lado algo que no me
gusta es que el juego básico traiga unas expansiones, de tal manera que si
coges la caja azul no puedes hacerte con las expansiones de la roja y
viceversa. Además, este juego no es recomendable para aquellos que no tienen
buena percepción espacial.