Hoy voy con uno de los
juegos de mesa para dos más recomendado. Hace unos años encontrar un juego de
mesa para dos era muy difícil, por suerte las empresas de juegos se han dado
cuenta de ese nicho de mercado y lo andan explotando con algunos buenos juegos.
En este juego seremos
empresarios de la ciudad de Hamburgo que hemos decidió invertir en las
comunicaciones de la ciudad construyendo una red de tranvías.
Empezamos desplegando
en columna, en el centro de la mesa, las cuatro cartas de estación central.
Colocaremos el mazo de cartas de tranvía colocadas de menos a mayor y delante
desplegaremos tres de las cartas. Uno de los jugadores se hace cargo del blog
de notas. Y luego el mazo con las cartas de estación. Estas cartas pueden ser
usadas de tres maneras distintas: en el reverso es dinero, en el anverso
superior estaciones (con su número y su valor) y en el anverso inferior son
pasajeros. El primer jugador coge 12 cartas de estación por el reverso y 6 por
el anverso, y el segundo coge 15 por el reverso y 6 por el anverso. Las cartas
por el reverso formarán una pila de dinero y las del anverso las tendrán el
jugador en la mano. Entre las cartas de estación estarán las cartas de
conductor, son una especie de comodín que servirán como pasajero o estación de
cualquier color.
En su turno, cada jugador, con las cartas de su mano puede
hacer una de las siguientes acciones por este orden:
1.- Poner una o dos cartas de estación como
pasajero en una de las estaciones centrales, y para ello debe coincidir el
color de la carta con la de estación central. Acción obligatoria.
2.- Colocar frente al
jugador tantas estaciones como se deseen. Para ello primero se coloca una carta
de un color, todas las demás se colocan en columna del mismo color y en orden
ascendente (no se puede repetir el mismo número ni cambiar el orden), formando
una línea de estaciones. Acción opcional.
3.- Compra un tranvía.
Cada línea de estaciones debe tener un tranvía para que funcionen, para ello se
compra un tranvía de uno de los tres disponibles fuera del mazo. Una vez que se
haya comprado todos los tranvías que el jugador quiera o pueda, deberá
reponerlos con los del mazo. Los primeros tranvías, movidos a caballo, son mas
baratos, pero dan un multiplicador menos. Esta es una acción opcional.
4.- Descartarse las
cartas de la mano que no se deseen, dándoles la vuelta y bajándolas a la pila
de dinero. Ese dinero es para comprar tranvías. Acción opcional.
5.- Rellenar la mano
hasta que haya un total de 6 cartas. Acción obligatoria.
Cuando se coloca un
cuarto pasajero en una de las estaciones centrales, se completa un viaje. Cada
jugador suma los valores de cada una de las estaciones de su línea de
estaciones del color de la estación central y lo multiplica por el
multiplicador del tranvía. Los puntos se escriben en el blog de notas. También,
cada jugador dispone de un viaje extra, que consiste en que si un jugador tiene
una línea con ocho o más estaciones, solo ese jugador podrá apuntarse los
puntos que genera esa línea.
El juego acaba cuando
se completan diez viajes. Ambos jugadores suman los puntos de cada uno de los
viajes (más el viaje extra si lo consiguieron). Quién más puntos tenga será el
ganador.
El juego es muy
sencillo y rápido, en poco más de media hora se termina, y tras varias
partidas, reconozco que es un juego divertido. Las cartas tienen una buena calidad
y cada una tiene dibujos de la ciudad de Hamburgo en el pasado. En este juego
hay que replantearse la estrategia constantemente viendo los movimientos del
rival, adaptándose a los golpes de suerte; porque el azar es muy importante,
con solo 6 cartas en la mano, puedes tener una racha de malas cartas que te
destrocen el juego entero, o viceversa, tener una racha buena al principio y no
dar oportunidad al rival (doy fe de ambas situaciones).
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